Faro Juárez, centinela del viejo puerto

Víctor M. Toriz

Veracruz, Ver.-

La torre de una antigua iglesia se levanta en la parte norte del casco antiguo de la ciudad de Veracruz, desde donde recibe, imponente, a los visitantes del primer puerto del Golfo de México.

Son los vestigios del antiguo convento de San Francisco, que fue construido en 1715, según los archivos históricos, pero que al concluir la guerra civil de Reforma, fue desmantelado y dividido en cuatro espacios.

El recinto que en algún momento formó parte de la actividad portuaria, quedó atrapado en medio de la modernidad de la ciudad, sobre la avenida José María Morelos.

La parte que aún muestra de manera marcada que se trataba de un recinto religioso es lo que hoy se conoce como El Faro de Benito Juárez, en donde se encuentra el espacio que el convento destinó como su iglesia cuando fue construido.

Lo primero que salta a la vista es la torre del campanario en la esquina izquierda, mientras que en la cara frontal una puerta cuadrada enmarcada por dos pilares que sostienen cada uno sus farolas.

Sobre la puerta tres ventanas se distribuyen al frente de la fachada, decoradas con balaustradas de maderas que bordean los balcones.

El lugar se encuentra abierto a los visitantes en todo momento, quienes pueden adentrarse en un edificio que conserva las características de la época de la colonia española en Veracruz.

Al mismo tiempo, en el sitio se encuentran objetos que hacen alusión a la figura del expresidente Benito Juárez; manuscritos exhibidos en vitrinas y artículos personas que utilizó cuando instaló la sede de la República en esta ciudad.

Al fondo de la nave principal una estatua de Benito Juárez se levanta imponente sobre un pedestal decorado con letras doradas; la figura es bañada por la luz del sol que se filtra sobre la cúpula principal de lo que antiguamente era la iglesia.

La estatua de otros personajes que lo acompañaron se distribuyen a lo largo del vestíbulo principal en ambos lados, con inscripciones que detallan a los visitantes el papel que jugaron en la historia nacional.

El espacio fue utilizado como bodega aduanal hasta 1871 que se instaló la Primera Biblioteca Municipal, un año después, se ordenó que las campanas fueran retiradas y fue que se instaló el faro que recibía a las embarcaciones en la antigua Puerta de Mar, el muelle más representativo del puerto jarocho.

El viento que se filtra sobre las ventanas hacen del recinto un espacio fresco en cualquier temporada, mientras que el sonido que llega de los silbatos de los barcos hacen pensar en la cercanía con el puerto histórico del país.

 

 

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